Atenea

Hija de Zeus y Metis, diosa de la sabiduría. Es una diosa guerrera, pero no le gusta la guerra. Antes de entrar en combate siempre intenta arreglar los conflictos de manera pacífica; sin embargo, una vez que entra en batalla nunca es derrotada. También preside las artes, los oficios y el conocimiento en general, muchas veces era solicitada como juez.

Es la diosa virgen por excelencia. Atenea es la hija favorita de Zeus. A Zeus le avisó el oráculo de que su segundo hijo lo destronaría así que Zeus se trago a Metis (que se podía transformar en cualquier cosa) cuando ella ya estaba embarazada de su primera hija, Atenea.

Atenea nació de la cabeza de Zeus cuando ya estaba muy desarrollada. Hefesto le produjo una hendidura en la cabeza de la que salió Atenea ya crecida y armada con una jabalina.

Ayudó a los dioses a luchar contra los gigantes, así como también ayudó a los griegos a luchar contra los troyanos. Aunque sea virgen y no tuvo hijos, adoptó a Erictonio. Nació cuando Hefesto trató de violar a Atenea por el pago de unas armas que él le había construido, y el semen de Hefesto cayó a la tierra antes de que cayese en Atenea.

A Atenea se la representa armada con una lanza, casco, escudo redondo con la cabeza de la Medusa, la égida y sandalias aladas. También se le considera como una mentora de héroes.
Palas es a veces considerado su padre, de ahí el epíteto Palas Atenea. Otras historias cuentan que Palas era una amiga de la infancia de Atenea. Mientras jugaban, Atenea mató accidentalmente a Palas, dolorida por su muerte, fabricó Atenea una estatua de madera que representaba a su amiga, que se llamó Paladio, y decidió entonces poner su nombre antes del suyo para que Palas siempre fuese recordada.

En la época de Cécrope, primer rey de Ática, se adjudicó la ciudad de Atenas a Atenea, al hacer ella brotar un olivo. Desde entonces, ha sido Atenea la patrona de Atenas, llamándosela madre, dueña y guardiana de la ciudad.

Una vez compitió con Aracne, una diosa que era muy buena con la hilandera y la tejedora. Pero Atenea la derrotó y la convirtió en araña.

En el juicio de Paris Atenea y Hera perdieron ante Afrodita, con lo cual Paris se ganó la enemistad de Atenea y Hera. Al caer Troya, Atenea impidió que los aqueos volviesen por culpa de Áyax que violó a la princesa y adivina Casandra en su templo. También por esa enemistad Atenea ayudó a que arrasaran con Troya. Al estallar la disputa entre Agamenón y Aquiles por Briseida, amenazando aquél con apropiarse la amada de éste, estuvo Aquiles próximo a desenvainar su espada y matar a Agamenón. Pero Atenea bajó del cielo, y apareciéndose sólo ante a Aquiles y tomándolo de la cabellera, le impidió que atacara al rey. Durante la Guerra de Troya, apareció Atenea muchas veces para ayudar a los aqueos. No perdonó nunca a Paris, ni a su familia ni a su tierra, por haber favorecido a Afrodita en el Monte Ida, humillándola a ella. En el último año de la guerra, cuando buscaba Aquiles a Héctor para vengar con su muerte la de su amigo Patroclo, acudió la diosa en su ayuda. El duelo entre los dos héroes parecía, al comienzo, una carrera en la que Aquiles perseguía a Héctor alrededor de las murallas de Troya. Como Aquiles no podía alcanzar a Héctor, asumió Atenea la figura de su hermano Deífobo para persuadirlo de que enfrentara a su enemigo. Héctor creyó que su hermano estaba a su lado ayudándolo. Pero al enfrentar a Aquiles, comprendió que estaba solo, antes de perecer.

Atenea guió a Perseo a eliminar a Medusa, y fue recompensada con su cabeza, un trofeo que convertía a los hombres en piedra y se convirtió en su emblema.

Atenea enseño a Hércules a despellejar al león de Nemea, haciendo que use las propias del león a favor de Hércules. Por eso la piel de león se convirtió en la prenda característica de Hércules junto con el mazo de olivo que lo usa para las batallas. Junto con Hefesto y Atenea, Hércules derrotó a los pájaros de Estínfalo.

Atenea cegó a Tiresias después de que éste se la hallase bañándose desnuda. Su madre, Cariclo le suplicó que deshiciera la maldición, pero Atenea no podía, y a cambio le dio el don de la profecía.

Opinión personal: Nos ha gustado a ambos porque tienen muy buenos mitos y además la manera en la que nació fue demasiado rara y graciosa, de la cabeza del padre. También nos ha gustado la manera de actuar que tiene Atenea, y su manera de ayudar a todos es muy buena porque ayuda a todos.

José Luis Castillo Díaz
Daniel Gómez Pedregosa